martes, 5 de agosto de 2008

Arrebato

sumido en el terreno vertical
del latido, del suelo del oído de la sed
sordo
la sangre en los pelos en la piel
la mano entre el corazón y entre los dedos
el salto en el pelo muerde el pelo
perfora la carne
y ve en el reflejo el bosque quieto
que cae sobre su sien

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